Los efectos de la última ola de calor y la sequía llevan la incertidumbre al olivar
Hasta que no “endurezca” el hueso, en julio, no se tendrá una idea determinante sobre cómo vendrá la próxima cosecha. El olivar vive un momento “dulce” por la notable mejoría de los precios, pero se enfrenta a no pocas incertidumbres: recorte productivo por la última ola de calor y, previsiblemente, la falta de lluvias, en…
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