Así se ha destacado en la XXV Jornada del Olivar de Asaja-Sevilla
Olimerca.- Frente a la fortaleza de la exportación de aceite de oliva, impulsada por el crecimiento de los nuevos mercados que consumen ya el 28% de todo el aceite que se comercializa, el sector se muestra preocupado por el descenso del consumo interno, así como la banalización del aceite de oliva por parte de la distribución que persevera en su estrategia de la “venta a pérdidas”. Así lo denunciaba Álvaro Olavarría, director gerente de Oleoestepa, en la XXV Jornada del Olivar que Asaja-Sevilla celebrada esta semana en el municipio sevillano de Estepa.
Además, junto al incremento de la calidad y a la apuesta por la innovación y la mecanización, la competitividad, la sostenibilidad y el carácter emprendedor son las otras fortalezas del olivar español destacadas por los expertos que participaron en esta jornada, que calificaron al sector como dinámico, haciendo referencia a que “va dejando atrás muchos de los tópicos que arrastraba”.
Según expusieron todos los presentes, el aceite español ha apostado por la calidad, el virgen extra es la categoría con la que España se presenta fuera de nuestras fronteras, lo que ha llevado a que siete de los 10 mejores aceites del mundo sean hoy españoles.
Pablo Lería, el jefe del Departamento Alimentario de Extenda, combatió también el tópico sobre la venta de aceite español a granel a Italia que, que a pesar de que sigue siendo importante -tres de cada diez kilos de aceite que se comercializan viajan en cisterna hasta el país transalpino- se ha reducido en 10 puntos en los últimos diez años. En 2007 representaban el 40% de todas las ventas y en 2016 suponen el 30%.
Además, según indicó el director gerente de Oleoestepa, de acuerdo a los datos que ofrece el COI, el olivar español es el más competitivo del mundo. La media de producción de aceite de oliva por hectárea está en España en 454 kilos, casi el doble de lo que se obtiene en Italia (242 kilos/ha.) o en Portugal (236 Kg/ha.) y a años luz de lo que producen países como Túnez (93 kg/ha.).
Pero además, destacaron que el olivar en general y el español en particular, tal como pusieron de manifiesto la subdirectora general de Cultivos Herbáceos e Industriales y Aceite de Oliva del Ministerio de Agricultura, Silvia Capdevilla y Álvaro Olavarría, está bien situado ante los compromisos medioambientales y climáticos, puesto que la sostenibilidad constituye una de las principales características de esta producción, frente a otras grasas vegetales, como el aceite de palma, cuya balance medioambiental es muy controvertido.
Pese a estas fortalezas los expertos destacaron seis retos ineludibles para el olivar: recuperar el consumo interno, profundizar en la internacionalización de empresas y marcas, mantener el ritmo de modernización y la apuesta por la calidad y la innovación, lograr la mecanización integral del cultivo, consolidar el cambio de concepto de aceite-comodity a aceite-premium y lograr que todos los países productores reconozcan las normas del COI para que todos juguemos con las mismas reglas.
Asimismo, tal como indicaron Olavarría y el secretario general de Asaja-Sevilla, Eduardo Martín, es en estos años de bonanza en los que el sector tiene que trabajar con más intensidad en la superación de sus retos, puesto que cuando llueven los problemas la capacidad de enfocar el futuro con un horizonte amplio se reduce.