La variedad con mayor demanda, el virgen extra, ha alcanzado los 4 euros el litro y ha motivado que muchas familias opten por otras de menor coste.
El lento pero imparable ascenso en el precio del aceite de oliva en sus distintas variedades, no ha tocado techo. Desde que se cerrase la campaña 2014-2015, las almazaras sacaran al mercado toda su producción y ésta tras pasar por las empresas envasadoras se encuentre ya en los almacenes y estanterías de la distribución -desde las grandes superficies comerciales a los pequeños supermercados-, el coste de esta grasa vegetal no ha parado de escalar peldaños en lo que a la venta al público se refiere.
La consecuencia directa de este incremento de costes ha sido una caída del consumo por parte de las familias, de los hogares. No así la hostelería, que ha seguido fiel al consumo de esta grasa vegetal para no correr el riesgo de que sus clientes exijan este producto alimenticio y no cuenten con el mismo.
Los únicos datos existentes que avalan la caída del gasto del aceite de oliva los proporciona el Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Los últimos se corresponden con el pasado mes de mayo, en el que retrocede un 4,4% la compra de aceite en los hogares, debido fundamentalmente al descenso en la compra de la variedad de aceite de oliva, que cayó a doble dígito (-12,4%). Por contra, se intensificó en un 8,5% la compra de aceite de girasol durante el citado mes, así como el aceite de semillas, cuyo consumo creció nada menos que un 31,6% en ese periodo de tiempo.
Si nos retrotraemos a todo un año completo, el comprendido entre junio de 2014 y mayo de 2015, la información que arroja el citado Panel de Consumo Alimentario es similar en lo que es una tendencia. En ese periodo, cayó la compra de aceite en los hogares un 8,2%. El descenso en esta categoría de alimento se sucede como consecuencia de una menor compra de sus variedades, tanto de aceite de oliva, que bajó un 11%, como de aceite de girasol que lo hizo en un 5,1%. Sin embargo, continuó ganando presencia en el hogar el aceite de semillas, con una subida del 16,8%.
En resumidas cuentas, tanto en términos anuales como del último mes de referencia, el bajón experimentado en la adquisición de aceite de oliva es evidente y Granada, como el resto del país, no se libra del mismo pese a que se trata de la grasa vegetal más saludable de cuantas existen en el mercado y que resulta básica en la que se conoce como dieta mediterránea.
Algunas claves
La provincia de Granada ocupa el tercer puesto en producción de aceite de oliva, tras Jaén y Córdoba. En la campaña pasada, el volumen total de toneladas de aceite de oliva que salió de sus almazaras alcanzó entre 90.000 y 92.000, cifras que se consideran «cortas» por algunas fuentes consultadas en el sector y dentro de la media «normal» por otras. Lo cierto es que en la campaña precedente, la de 2013-2014, se llegaron a generar 120.000.
Esta menor producción de aceite de oliva en Granada corre en paralelo a lo acontecido a nivel nacional. Sin embargo, el mercado ha estado perfectamente abastecido y nada hace pensar que no siga en la misma situación de cara al enlace con la siguiente campaña, cuyos frutos se empezarán a recoger en tan solo cuatro o cinco meses.
¿Por qué sube el precio del aceite si hay producto suficiente? El granadino Enrique Delgado, secretario general de Infaoliva, opina que el temor de las envasadores les llevó a cerrar contratos meses atrás para garantizarse su abastecimiento. «La sensación de que no había excedentes, de que la campaña era corta, motivó a estas grandes empresas a comprar cantidades masivas y a un precio más elevado en origen. El resultado es que lo tienen que vender también más caro», explica.
Delgado no descarta más tensiones en los precios en los próximos meses. «Todo irá en función de los aforos de la próxima campaña; si son escasos, habrá más repuntes de precios de cara al consumidor, pero siempre de forma moderada», añade.
Manuel del Pino, secretario general de Asaja-Granada, opina por su parte que las tensiones al alza en los precios que tendrá que pagar el consumidor «pueden continuar en septiembre y octubre». En su opinión, puede subir otro euro la variedad de mayor calidad, la virgen extra. Coincide con Delgado en que los agricultores vendieron pronto la pasada cosecha y que quien se ha beneficiado de ello «han sido las envasadoras».
Sobre la salida de aceite granadino a granel así como envasado con destino a mercados internacionales, opina que «son cantidades que no deben influir ni en que haya desabastecimiento ni en el precio final del producto en España».
http://www.ideal.es/granada/201509/03/subida-precio-aceite-oliva-20150830005408-v.html