Italia y su panorama oleícola tienen un peso enorme en las cotizaciones de los precios en origen del aceite de oliva en España. Cualquier movimiento de envergadura por parte de los brokers y agentes que trabajan habitualmente con los industriales italianos tiene una repercusión casi inmediata en las lonjas aceiteras españolas. Y crea “tendencia de mercado”.
Por eso, el dato dado a conocer por el ISMEA italiano sobre la revisión al alza de la producción en Italia –unas 50.000 hectáreas más de lo señalado en las previsiones del COI– añaden aún más incertidumbre a las cotizaciones del aceite de oliva. En el propio mercado italiano, por lo pronto, han presionado hacia abajo los precios.
Según ISMEA, el olivar italiano alcanzaría una producción de 370.000 toneladas de aceite de oliva, algo superior a las previstas para la provincia de Jaén por la Junta de Andalucía en su aforo (360.000 tn). Especialmente buena está siendo la cosecha en las provincias del Sur, desde Sicilia hasta Puglia, sobre todo tras una desastrosa campaña en el 2016/2017. Pese a la mejora de los datos de cosecha, el olivar italiano está aún lejos de las campañas en las que superaba las 450.000 toneladas.
Esta circunstancia, unida a las buenas cosechas previstas tanto en Grecia (300.000 tn) así como en Turquía (287.000 tn) y Túnez (220.000) permiten a los industriales italianos tomarse con más relajación el suministro desde tierras españolas.
Un dato también muy importante para calibrar la tendencia de los precios y también las necesidades de abastecimiento de los industriales italianos es la evolución de los grandes mercados de consumo mundiales no productores (o poco productores). Con Estados Unidos en cabeza, que no acaba de crecer con fuerza, como sí lo están haciendo otros países como Brasil o Australia, según los últimos avances del COI.