Los precios del aceite de oliva en España enfilan la frontera de los cuatro euros/kilo en origen mientras miran de reojo a Italia y sus industriales. En Italia hace semanas que muchas cotizaciones de los vírgenes extra de mayor calidad (por debajo de 0,4%) superan los seis euros de media, como la de la Lonja de Bari. Incluso en la Lonja de Sfax, una de las ciudades portuarias claves del comercio oleícola de Túnez, la mayoría de las operaciones de las últimas semanas se han cerrado por encima de los cuatro euros. Solo en Grecia y Turquía se mantienen por debajo de la cotización en España.
El firme pulso de las exportaciones españolas de oliva –un 13% superiores a la media de las últimas cuatro campañas ante la escasez de aceite en Italia– sirven de acicate aún más al aumento de los precios en origen.
Sin embargo, el dato que más llama la atención de las últimas semanas es el escaso diferencial que se paga en España entre los aceites de oliva virgen extra (3,85 euros/kilo según PoolRed) y los lampantes (3,70 euros/ kilo). Unos exiguos 0,15 céntimos que muestran la fuerte demanda de lampantes para satisfacer sobre todo al mercado español, donde el refinado sigue teniendo una gran cuota de mercado tanto en suave como en intenso.
Cifras que contrastan notablemente con la del mercado italiano donde los lampantes se cotizan mucho menos que en España: 3,40 euros/kilo en origen en Bari la semana pasada. Es decir, 2,80 euros por debajo de lo que se pagaba por un virgen extra. Esta circunstancia vuelve a destacar la orientación casi total hacia los vírgenes extra del mercado italiano y el peso que aún tiene en el sector industrial oleícola español el aceite de oliva lampante.