Entrevista con
Fernando García de la Cruz
Director General de Aceites García de la Cruz
Aceites García de la Cruz, con sede en Madridejos (Toledo) se ha consolidado con los años como uno de los referentes de la modernización del sector aceitero de Castilla-La Mancha. Cinco generaciones de aceiteros mejorando la calidad de su aceite, desde Federico Serrano en 1872, hasta los actuales gerentes los hermanos Fernando y Eusebio García de la Cruz Pascual, con una marca vocación exterior.
¿Cómo afronta un grupo muy activo tanto en graneles como en envasado la actual campaña que se prevé complicada por la reducción de disponibilidad de aceites y por los precios en origen?
García de la Cruz cuenta con un amplio y experimentado equipo que, diariamente, realiza un seguimiento exhaustivo de todas las variables que puedan afectar al mercado. Para ello, el departamento de graneles analiza todas las posibilidades que puedan tenerse en cuenta para tener controlados dos aspectos fundamentales: la calidad y cantidad del producto que compra, tanto para sus clientes de granel como de envasado.
García de la Cruz cuenta con importantes exportaciones a 40 países y una oficina en Nueva York ¿Cuáles son sus objetivos para el mercado norteamericano?
Son ya 18 años trabajando en este mercado, por lo que conocemos el funcionamiento del mismo. Tras varios años analizando su evolución llegamos a la conclusión que este era el momento idóneo para establecernos allí de forma continuada. El principal objetivo es consolidarnos en este mercado y por supuesto, ampliarlo introduciendo nuestra marca con un peso específico. Es un momento muy bueno para el AOVE en este país, con perspectivas de crecimiento de consumo muy positivas.
García de la Cruz siempre ha sido una empresa con gran actividad en Castilla-La Mancha y que ha promocionado mucho su variedad estrella, la Cornicabra ¿Cómo ve actualmente el futuro del olivar regional? ¿Hace falta un nuevo impulso para conseguir mayores producciones y más estables?
El cultivo está siendo uno de los principales motores de nuestra economía agraria. El agricultor castellano manchego está apostando muy mucho por el olivar, esforzándose día a día en adaptar el olivar tradicional a un olivar cada vez más rentable y competitivo. Además, el olivar ecológico es cada vez más rentable, y como bien planteas, el cornicabra es nuestra variedad estrella. Cuenta con D.O.P. y además es un aceite muy rico en antioxidantes y olecanthal. Por lo que vemos el futuro del olivar en nuestra región con grandes perspectivas y posibilidades.
Vuestra empresa ha diversificado mucho el portfolio de sus productos con cosmética y vinagres, además del oleoturismo ¿Cómo van esas líneas de productos complementarias al aceite de oliva?
Tanto los vinagres como los cosméticos son productos complementarios a la extensa gama que comercializa nuestra empresa. No obstante, cada vez más, se van posicionando mejor y hay una demanda creciente de estos productos. En cuanto al oleoturismo, en Castilla-La Mancha, es un producto que está naciendo. Aunque llevábamos años ofreciendo este servicio, es ahora cuando presenta un mayor potencial. Nuestra ubicación es privilegiada, contamos con acceso prácticamente directo desde la N-IV a nuestras instalaciones y nos encontramos a dos minutos de la autovía de los viñedos. La población está cada vez más interesada en la alimentación saludable y ahí, por supuesto, entra el AOVE. Queda mucho por hacer pero estamos avanzando de forma muy positiva.