Las previsiones del Instituto Nacional de Estadística portugués apuntan a una merma en la producción de aceituna del orden del 15% en la campaña 2014/2015, respecto a la precedente.
Según previsiones del INE, la caída esperada para esta campaña se debe al año atípico en los olivares, donde la floración se desarrolló sin problemas, lo que dio lugar a una carga de fruta bastante razonable. Sin embargo, el verano suave y los elevados valores de humedad relativa de septiembre y principios de octubre, asociados con temperaturas relativamente altas, condujeron al desarrollo de la mosca del olivo y la enfermedad de gafa. La lluvia continua durante este periodo impidió la aplicación efectiva de tratamientos fitosanitarios, reuniéndose aceitunas sin condiciones sanitarias para ser cosechadas, principalmente en la variedad Galega.