En España hay más de 260 variedades de aceitunas, pero solo unas pocas se emplean para producir aceite de oliva
Es uno de los aceites más saludables a nivel mundial. La modalidad de Aceite de Oliva Virgen Extra procedente de la aceituna cornicabra ha recibido ya tal reconocimiento. Esta es la segunda entre las variedades de aceitunas en lo que respecta a superficie cultivada y tercera en cuanto a producción. En nuestro país hay más de 260 variedades de aceitunas y solo unas pocas se emplean para producir aceite de oliva. Distribuidores como Maeva destacan la arbequina, la hojiblanca, la lechín, la picudo, la picual y por supuesto la cornicabra.
Se trata de una modalidad que se cultiva entre las provincias de Ciudad Real y Toledo, aunque también se encuentra en puntos de la Comunidad de Madrid. Dependiendo de la zona de producción de esta variedad de aceituna, la cornicabra tiene diferentes catalogaciones: corval, longar, cornita, corriente, cuernecillo (…). Todos ellos se deben a su peculiar forma: alargada, algo curva, asimétrica, bombeada y plana por el dorso.
Su color marca la evolución en ese futuro Aceite de Oliva Virgen Extra. Queda lista para su recogida cuando destella tintes violetas intensos. Su rendimiento graso puede alcanzar el 19 por ciento y sus olivos son resistentes a las inclemencias meteorológicas, ya que se adaptan a la perfección al clima continental.
El alto contenido en polifenoles le convierte en el aceite más saludable posible. Lo reconocen como el «súper aceite». Unas posibilidades que incrementan esos beneficios del aceite de oliva. Su consumo es cada vez más frecuente y se emplean en aliños y ensaladas o frituras. Especialistas destacan su «extraordinaria» estabilidad y sus altos contenidos en antioxidantes y en ácido oleico, lo que les proporcionan una gran resistencia a la oxidación.