El Gobierno de España vigilará los contratos de partidas de aceite muy baratas para ver si se cumple la ley
Atención al precio del aceite de oliva en el supermercado. El Gobierno de España considera que el zumo de la aceituna y la leche son los dos productos alimentarios más sensibles para estar en oferta constante y convertirse en un producto reclamo de los grandes almacenes comerciales para atraer a consumidores para que hagan la compra. Por eso, prestará una especial atención a los dos e, incluso, la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) anuncia sanciones para los establecimientos que no cumplan con la normativa sobre la cadena de valor o vendan el aceite a un precio más bajo de lo que lo compraron —la conocida venta a pérdidas del producto—.
Habrá inspecciones constantes, pero se prestará una especial atención a las ofertas que se lancen a los consumidores. La vigilancia también llegará al sector de las frutas y de las hortalizas para constatar los plazos de pago y que los contratos se hagan por escrito. Durante el pasado año, AICA realizó en España 1.882 inspecciones de oficio de las 3.669 desarrolladas desde el comienzo de su actividad inspectora en 2014. Los controles de los cuatro últimos años han dado como resultado 922 sanciones por un importe superior a los 9,2 millones de euros y solo el pasado año se impusieron 573, el 62%. Por eslabón de la cadena, la industria alimentaria concentra 424 de las sanciones impuestas, una cifra similar a la suma de las de la distribución mayorista (232) y la distribución minorista (248). Por sectores, frutas y hortalizas con 287 sanciones, y el lácteo con 265, son los más multadas —curiosamente, el aceite no está entre los primeros—. Mientras que, por tipo de infracción, el incumplimiento de los plazos de pago es en el 44% de los casos (409) el motivo más frecuente de sanción, seguido de la reincidencia al cometer más de una infracción (244) y la ausencia de contratos (167). Además de las intervenciones de oficio, AICA interviene cuando recibe denuncias por posibles incumplimientos de la Ley de la Cadena.
LOS PRECIOS. El precio del aceite de oliva extra es de 2,97 euros por kilo, según la Federación Española de Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), por lo que parece obvio que cualquier partida que se comercialice por debajo o que se acerque bastante a este registro —sin dejar los márgenes de envasado y comercialización— resultará sospechosa. El virgen cotiza a 2,80 euros, mientras que los lampantes cuestan 2,67 euros por kilo en origen, por lo que los aceites de oliva suaves o intensos tienen que estar por encima de estos dos parámetros.
ETIQUETADO. Por otro lado, la Federación Española de Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva) informa de que el Plan Anual de Inspección de Consumo 2018 incluye la realización de 25 campañas y aproximadamente 9.000 controles, que se distribuyen en los sectores de alimentación, productos industriales y servicios. Lo desarrollará la Junta de Andalucía.
Habrá siete campañas de inspección de alimentos con más de 1.800 controles. Se supervisará el tamaño de la letra que informa de datos obligatorios del etiquetado y la verificación de que cada etiqueta no induce al error por parte del consumidores. De ahí que Infaoliva recomienda a los fabricantes de aceite de oliva que revisen sus botellas y el etiquetado para evitar sanciones. Así, el Gobierno de España y la Junta de Andalucía intensifican los controles para garantizar la calidad del producto y la seguridad de los consumidores. Precisamente, una caída de precios del producto empujada por las ofertas “gancho” o de reclamo podría causar una nueva crisis de precios en el producto. Afortunadamente, el buen ritmo de exportaciones y las ajustadas existencias ejercen de contrapeso, aunque la ausencia de ofertas ha ido ligada a una caída de las ventas en el mercado nacional.